sábado, 24 de septiembre de 2016

Cuidado de la Piel

En un artículo que leí el mes pasado sobre la piel, se decía que las enfermedades de la piel, las cuales se conocen por el nombre de dermatitis, se han multiplicado en la segunda mitad de este siglo, debido al aumento tan grande de productos químicos en la industria.


El problema, decía el artículo, es en la actualidad bastante fácil de controlar, si las gerencias de las empresas ponen a disposición de los trabajadores equipos de protección personal y les ayudan a comprender y a apreciar por medio de folletos, charlas, o cualquier otro medio, el valor inestimable de su piel.



La realidad es que hay trabajadores que piensan que la piel por ser una cosa tan superficial, no es una parte importante del cuerpo. Sé muy bien, como todos ustedes saben, que mucho más importante son órganos como el cerebro, el corazón y los pulmones, pero esto no es razón para que no valoremos la piel.


La piel es un tejido muy sensitivo que cubre todo nuestro cuerpo. Vivimos, sin ninguna exageración, dentro de una cápsula, nuestra piel. La piel de las personas adultas, como nosotros, tiene una extensión de más de 3 m2. A pesar de lo fina que es la piel, es muy resistente. Contiene entre dos y tres millones de glándulas de sudor, las cuales desechan al exterior alrededor de un litro de sudor en los meses fríos y más de cuatro litros al día durante los meses calientes.

Si no tuviéramos la piel, no podríamos sentir nada al tocar objetos o personas. La piel es una cadena misteriosa entrelazada de delicados circuitos eléctricos, antenas, cables, interruptores, tejidos y muchos otros mecanismos. Recibe una tercera parte de la sangre del cuerpo. La piel es un órgano vivo que, como un árbol, desecha las células (hojas) muertas y desarrolla otras nuevas que las reemplazan.

Cuando tengan tiempo, en sus casas, o en cualquier otro lugar, piensen un poco en todo esto que les he dicho, y se convencerán que la piel protege el funcionamiento interno de los órganos más importantes de nuestro cuerpo. Si la dañamos, abrimos una brecha por la que pueden entrar toda clase de gérmenes y virus que pueden atacar nuestros órganos internos.

Es importante que protejamos nuestra piel para que la piel pueda proteger nuestro cuerpo. Debemos tratar de no exponerla a vapores irritantes y líquidos y a roces de materiales y sustancias que pueden dañarla. La mejor forma de lograr esto es usando la protección personal de que disponemos en nuestra planta: guantes, caretas, delantales, . . . Esto es, la protección que se ajuste mejor al trabajo específico que realicemos.


Y no sólo debemos protegerla aquí, dentro de la planta, sino también fuera. Hay personas que no se preocupan si queman su piel por exponerse demasiado al sol. Sólo cuando el médico les dice que han contraído cáncer por haber expuesto su piel excesivamente a los rayos ultravioletas del sol, es cuando empiezan a valorar su piel, pero ya es demasiado tarde.


Otras personas no dan ninguna importancia a los arañazos, cortaduras y pinchazos que sufren en su piel. No se preocupan de ir al botiquín de primeros auxilios a desinfectar esas pequeñas lesiones. Cualquier lesión, por pequeña que sea, puede producir inflamaciones importantes en nuestro cuerpo.


En el artículo que les he mencionado al principio, se decía que si todos los trabajadores del mundo se lavaran con agua y jabón después de haberse puesto en contacto con algún producto químico, polvos o alguna otra sustancia, se eliminarían automáticamente más del setenta y cinco por ciento de las enfermedades de la piel que se contraen en la industria.


viernes, 23 de septiembre de 2016

Cultura de Prevencion



Qué es Cultura Preventiva

Desde un punto de vista práctico y más allá de cualquier definición teórica, podríamos decir que cultura preventiva es aquello que hace que en una empresa todo el mundo le de importancia, pero de verdad, a la prevención.
La pregunta es: ¿Cómo lograrlo? O, mejor aún, ¿Por dónde comenzar?

Esta es una pregunta absolutamente necesaria de hacerse pero que, por lo demás, puede tener muchas respuestas. Sin embargo, en mi opinión, un aspecto inicial clave consiste en:

“Que el gerente desee, de verdad, la prevención.
Más aún, que sea, de verdad,
el prevencionista Nº 1 de la empresa”

Que el gerente sea el prevencionista Nº 1 de la empresa quiere decir que la prevención esté posicionada en su mente, como un valor y como un ineludible principio de sana gestión.

Quiere decir que el gerente lidere, de verdad, las acciones preventivas al interior de la empresa. Quiere decir que todos visualicen y valoren su compromiso con la prevención. Y quiere decir, también, que sus directivos se sumen, con entusiasmo, a su liderazgo.

La razón es muy simple. Está más que demostrado que “La gerencia generalmente logra, lo que realmente quiere”. O, visto de otro modo, es muy improbable que en una empresa se logre algo que el gerente no desee, de verdad. Menos aún, cuando se trata de incorporar cambios sustantivos a nivel de la cultura organizacional. El verdadero y más efectivo detonante para la propagación de una cultura preventiva al interior de una empresa, por lo tanto es:

El deseo, el interés, el entusiasmo
y la energía del gerente
puesta al servicio de este anhelo.

Se trata, y hay que tenerlo claro, de un punto realmente crítico, absolutamente clave para los efectos de avanzar en el desarrollo de una cultura preventiva en las empresas.



Samuel Chávez Donoso
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Hola mi nombre es Omar Palominos Cortez soy asesor en prevención de riesgos, trabajo con empresas que quieren lograr una cultura de seguridad laboral incorporando innovación tecnológica en sus procesos. Puedes cotactarme atraves de mi sitio web www.ariki.me o a mi email omar.palominos@ariki.me.





lunes, 19 de septiembre de 2016

El Cuento de las Herramientas




Imagen de Freepik.es 
En un pequeño pueblo, existía una diminuta carpintería famosa por los muebles que allí se fabricaban. Cierto día las herramientas decidieron reunirse en asamblea para dirimir sus diferencias. Una vez estuvieron todas reunidas, el martillo, en su calidad de presidente tomó la palabra.

-Queridos compañeros, ya estamos constituidos en asamblea. ¿Cuál es el problema?. -Tienes que dimitir- exclamaron muchas voces.

-¿Cuál es la razón? – inquirió el martillo. -¡Haces demasiado ruido!- se oyó al fondo de la sala, al tiempo que las demás afirmaban con sus gestos. -Además -agregó otra herramienta-, te pasas el día golpeando todo.

El martillo se sintió triste y frustrado. _Está bien, me iré si eso es lo que queréis. ¿Quién se propone como presidente?.

-Yo, se autoproclamó el tornillo -De eso nada -gritaron varias herramientas-.Sólo sirves si das muchas vueltas y eso nos retrasa todo.

-Seré yo -exclamó la lija- -¡Jamás!-protesto la mayoría-. Eres muy áspera y siempre tienes fricciones con los demás.

-¡Yo seré el próximo presidente! -anuncio el metro. -De ninguna manera, te pasas el día midiendo a los demás como si tus medidas fueran las únicas válidas – dijo una pequeña herramienta.

En esa discusión estaban enfrascados cuando entró el carpintero y se puso a trabajar. Utilizó todas y cada una de las herramientas en el momento oportuno. Después de unas horas de trabajo, los trozos de madera apilados en el suelo fueron convertidos en un precioso mueble listo para entregar al cliente. El carpintero se levanto, observo el mueble y sonrió al ver lo bien que había quedado. Se quitó el delantal de trabajo y salió de la carpintería.

De inmediato la Asamblea volvió a reunirse y el alicate tomo la palabra: “Queridos compañeros, es evidente que todos tenemos defectos pero acabamos de ver que nuestras cualidades hacen posible que se puedan hacer muebles tan maravillosos como éste”. Las herramientas se miraron unas a otras sin decir nada y el alicate continuo: “son nuestras cualidades y no nuestros defectos las que nos hacen valiosas. El martillo es fuerte y eso nos hace unir muchas piezas. El tornillo también une y da fuerza allí donde no actúa el martillo. La lija lima aquello que es áspero y pule la superficie. El metro es preciso y exacto, nos permite no equivocar las medidas que nos han encargado. Y así podría continuar con cada una de vosotras.


Después de aquellas palabras todas las herramientas se dieron cuenta que sólo el trabajo en equipo les hacia realmente útiles y que debían de fijarse en las virtudes de cada una para conseguir el éxito.


domingo, 11 de septiembre de 2016

Actitud Cuestionadora


Una actitud cuestionadora se debiera usar como una herramienta para fomentar el pensamiento respecto a la seguridad y la calidad antes de realizar una acción y desarrollar un estado mental hacia la tarea y su trabajo. Solo se debe basar en hechos, no en supuestos, antes de continuar con las tareas del trabajo.
Cuando
  • En todo momento.
  • Durante cualquier paso o tarea.
  • Durante la auto verificación.
  • Cada vez que hay incertidumbre, confusión, duda o consecuencias inesperadas.
  • Cada vez que un presentimiento le dice que algo no esta correcto.
  • Cuando se encuentre con palabras peligrosas como: “Yo supongo”, “Yo pienso”, “Nosotros siempre” o “Probablemente”.
Como
  • Pare, mire y escuche para identificar incertidumbres en situaciones de trabajo.
  • Haga preguntas para identificar lo conocido y desconocido. Apóyese en información exacta, no en opiniones o supuestos, para resolver las incógnitas.
  • Continué si las incertidumbres han sido respondidas con hechos. De otro modo no continué.
  • Para cuando no este seguro. Si hay aun inconsistencias, confusión, incertidumbres o dudas, pare la actividad y notifique a su supervisor.
Prácticas a Evitar
  • No hacer una pausa o tomar un tiempo libre para refrescar la comprensión de la situación de trabajo.
  • No continuar con la tarea cuando aun existen preguntas.
  • No Hacer supuestos.
  • No permitir que las emociones influyan en sus decisiones en vez de apoyarse en la razón y los hechos.

jueves, 1 de septiembre de 2016

Liderazgo Activo y Visible

Valores y comportamiento humano


La prevención como valor se construye a lo largo de la vida, con las diferentes vivencias y experiencias que resultan en nuestra forma de ser y que imprimen huellas en nosotros, una determinada manera de mirar la realidad y de actuar.
¿Que significa valorar? Es algo que apreciamos y por tanto, deseamos conservar y mantener a lo largo de nuestra vida. Es un bien que queremos atesorar.
Ahora bien, ¿cómo surgen los valores en nuestra vida? Muchos aspectos influyen en la formación de valores: la educación, los modelos que vamos conociendo, la cultura donde crecemos y nuestras diversas experiencias.
Formamos parte de una sociedad que no hace de la prevención un “culto”, por eso caemos en el facilismo de desistir pues nada puede cambiarse.
Las actitudes se relacionan íntimamente con las creencias y los valores: se nutren de los valores y se expresan en creencias, sentimientos y comportamientos. Una persona puede adoptar en su vida y en su trabajo diferentes tipos de actitudes, positivas o negativas, según los valores incorporados, el estilo de personalidad, el momento vital por el que atraviesa o el contexto que la rodea.
La actitud negativa es enemiga de la prevención, afecta el ánimo, creencias y comportamiento de las personas, mientras que la actitud positiva disminuye significativamente las posibilidades de incurrir en un comportamiento inseguro (subestándar).


miércoles, 3 de agosto de 2016

Carga de Trabajo



El conocimiento de las necesidades, capacidades y limitaciones humanas ofrece una orientación cuando se trata de configurar las condiciones psicosociales del trabajo con miras a reducir el estrés y mejorar la salud en el trabajo (Frankenhaeuser 1989). Las investigaciones sobre el cerebro y el comportamiento han identificado las condiciones en las que se tiene un buen rendimiento y aquellas otras en las que el rendimiento se deteriora. Cuando la afluencia total de impresiones procedentes del mundo exterior cae por debajo de un nivel crítico y las exigencias del trabajo son demasiado bajas, las personas tienden a perder atención, a aburrirse y a perder su capacidad de iniciativa. En cambio, en condiciones de un flujo de estímulos excesivo y unas exigencias demasiado elevadas, pierden su capacidad de integrar mensajes, los procesos mentales se fragmentan y la capacidad de juicio se deteriora. Esa relación en forma de U invertida entre la carga de trabajo y la capacidad cerebral es un principio biológico funda- mental que tiene numerosas aplicaciones en la vida laboral. Expresada en términos de eficiencia a diversos niveles de carga de trabajo, significa que el nivel óptimo de funcionamiento mental se sitúa en el punto medio de una escala que va desde unas exigencias de trabajo muy bajas a otras muy altas. Dentro de esa zona media el grado de exigencia es “el justo”, y entonces el cerebro humano funciona de manera eficiente. La ubicación de esa zona óptima varía según las personas, pero lo decisivo es que hay mucha gente que se pasa toda la vida fuera de esa zona óptima que les podría ofrecer oportunidades para desarrollar plenamente sus posibilidades. Sus capacidades están siempre infrautilizadas o sobrecargadas.
Debe establecerse una distinción entre sobrecarga cuantita- tiva, que significa demasiada cantidad de trabajo en un período de tiempo determinado, y subcarga cualitativa, que significa que las tareas son demasiado repetitivas y carecen de variedad y difi- cultad (Levi, Frankenhaeuser y Gardell 1986).
Los investigadores han determinado una serie de criterios para definir el “trabajo saludable” (Frankenhaeuser y Johansson 1986; Karasek y Theorell 1990). En esos criterios se hace hincapié en la necesidad de que se dé a los trabajadores la opor- tunidad de: a) influir en su trabajo y controlarlo; b) comprender su contribución en un contexto más amplio; c) experimentar un sentimiento de comunidad y pertenencia en su lugar de trabajo, y d) desarrollar sus capacidades personales y aptitudes profesio- nales mediante un aprendizaje continuo.